domingo, 22 de junio de 2014

Riqueza

Soy propietaria
de esta mano que escribe.
Tengo dos estrellas.
Una constelación.
Un lugar bajo un sauce,
junto al río.

Soy dueña
de infinitos pensamientos.
Algunos tienen ritmo,
los tarareo, les doy
un par de alitas
y palabras musicales.

Poseo, oh, poseo...
un harén vasto y prolífico
de ternura, sí,
de ternura.

Tengo la inmensidad
de un cuaderno y de la noche.
Todo para mí el silencio,
los ronroneos, míos,
los ronroneos
y la mirada de Odiseo
adormeciéndose en mis brazos.

Soy rica
(lo que se dice
asquerosamente rica)
en silencios, en miradas
de noche, de íntimas,
íntimas tormentas al borde
de una barranca.

Y no me olvido, no.

Soy también ama,
soy la señora,
la patrona
del territorio infinito
del feudo indómito
y luminoso
de mi alma.

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